KIEV, Ucrania.- Rusia lanzó su segunda ronda de misiles contra Ucrania en pocos días, que dañó edificios y dejó al menos 34 heridos en la ciudad oriental de Pavlohrad, aunque no logró golpear Kiev, según las autoridades.

Rusia acusa a Ucrania de incendiar un depósito de petróleo en Crimea mediante ataque con drones
Las sirenas antiaéreas empezaron a sonar en la capital en torno a las 3:45 de la mañana (hora local), seguidas por el sonido de explosiones conforme los misiles eran interceptados por los sistemas defensivos ucranianos.

En total se lanzaron 18 misiles de crucero desde la región de Murmansk y la zona del Mar Caspio, de los que 15 fueron interceptados, indicó el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, Valerii Zaluzhnyi.

El jefe de la administración municipal en Kiev, Serhii Popko, indicó que todos los misiles lanzados a la ciudad habían sido derribados, así como varios drones. No dio más detalles, aunque dijo que habría más información disponible más tarde.

Ucrania también trabaja para reforzar sus brigadas mecanizadas con blindaje proporcionado por sus aliados occidentales, que también han entrenado a tropas ucranianas y enviado munición mientras Kiev prepara una contraofensiva esperada para esta primavera.

Dos drones ucranianos atacaron el sábado un depósito de combustible ruso en Crimea, un nuevo ataque en la península anexionada antes de la contraofensiva.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo en una entrevista la semana pasada que su país trataría de reclamar la península anexionada por Rusia en 2014 en la siguiente contraofensiva.

En lo que se ha convertido en una dura guerra de desgaste, las batallas más enconadas se concentraban en la región riental de Donetsk, donde Rusia trataba de rodear la ciudad de Bájmut ante una persistente defensa ucraniana.

Tropas del grupo mercenario ruso Wagner y otras fuerzas combatían contra tropas ucranianas casa por casa y trataban de controlar lo que se conocía como la “carretera de la vida”, la última carretera al oeste que seguía en manos ucranianas, lo que la hacía crucial para la entrada de suministros y tropas frescas.

En una entrevista publicada el lunes, el coronel general Oleksandr Syrskyi, jefe de las fuerzas ucranianas de tierra, dijo que Rusia seguía haciendo un “esfuerzo máximo” para tomar la ciudad, pero que por el momento no lo había logrado.

“En algunas partes de la ciudad, el enemigo sufrió un contraataque de nuestras unidades y abandonó algunas posiciones”, dijo.